Cazadores y veterinarios coinciden: la expansión sin control del jabalí eleva el riesgo de peste porcina

Hace 2 días 3

La llegada de la peste porcina africana (PPA) a Cataluña no ha sorprendido a aquellos que llevan años alertando de un problema que España arrastra desde hace más de una década: la proliferación descontrolada de jabalís. Veterinarios y cazadores coinciden en que la elevada densidad de esta especie, ya presente incluso en zonas urbanas, ha creado el escenario perfecto para que el virus irrumpa en nuestro país amenazando gravemente al sector del porcino.

La población de jabalís ha aumentado un 700% en Europa en los últimos años, según cifras de la asociación agraria COAG, que ha denunciado en numerosas ocasiones los daños que la fauna salvaje ha provocado en los cultivos. Concretamente, en España, la Fundación Artemisa calcula que la población de jabalíes "se ha duplicado en los últimos 10 años" aprovechando su enorme capacidad de adaptación, la ausencia de depredadores naturales y la disponibilidad constante de alimento.

Así que sólo "era cuestión de tiempo", señala el presidente de la Real Federación Española de Caza, Josep Escandell. Según ha explicado en declaraciones a Libertad Digital, es que la densidad de jabalíes es un factor de riesgo para la transmisión y expansión de enfermedades graves, incluida la PPA, un virus letal para el cerdo doméstico y el jabalí, aunque inocuo para el ser humano.

Crónica de una peste anunciada

Desde que en la década de 2010 se detectaron brotes de peste porcina africana en la Europa del Este, los ganaderos ya alertaron del riesgo para las explotaciones de porcino. Por su parte, el sector cinegético puso el foco en los jabalís, que se mueven libremente entre fronteras y cuya población estaba creciendo de forma descontrolada. "Entonces, muchos expertos, los más visionarios, ya advirtieron de que habría un brote de PPA en algún momento", señala Escandell. "La pregunta no era si en España habría peste porcina, sino en qué momento iba a producirse el primer brote".

La Organización Colegial Veterinaria (OCV) y la Asociación Nacional de Veterinarios Porcinos (ANAVEPOR) también han destacado que "este hecho no es casual, porque refleja el importante papel de la fauna silvestre, con especies que no dejan de aumentar su población como el jabalí. Representan un reservorio de enfermedades que se transmiten a la ganadería y que obliga a reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones y el transporte, así como la vigilancia epidemiológica", aseguran los veterinarios.

Un brote muy localizado

Por el momento sólo se ha detectado un brote en la zona de Collserola y únicamente han resultado afectados los jabalís, sin que se haya notificado ningún positivo en las granjas de cerdos cercanas. En ese sentido, Escandell se muestra optimista: "Hablamos de jabalíes acotados en una zona muy urbana, perimetrada por carreteras y edificios. Además, posiblemente, por su comportamiento o etología, son individuos que se desplazan menos que los jabalís de zonas forestales".

Además, considera Escandell, si algún animal infectado hubiera salido de la zona, habría dejado un rastro de muertes fácilmente reconocibles: "Se trata de una enfermedad que progresa muy rápido en los animales y en cuestión de pocos días los síntomas ya son graves y los animales perecen. Si algún animal infectado hubiera hecho una expansión territorial, tendríamos un rastro, sin duda, de indicios en otras zonas".

La importancia del sector cinegético

El sector cinegético se reunirá este miércoles con el Ministerio de Agricultura como "un agente que sin duda va a ser clave en el desarrollo de los futuros acontecimientos" y que Escandell divide en tres fases:

  1. Vigilancia y detección temprana: "Somos un agente territorial que está en el 86% del territorio y, por tanto, en contacto continuo con el monte".
  2. Comunicación interna y transmisión de protocolos a más de 330.000 cazadores federados.
  3. Reducción de la densidad de jabalíes, una medida que los cazadores consideran imprescindible desde hace años con el objetivo de reducir las densidades.

Por ahora, según explica, la instrucción principal a los cazadores es estricta: seguir únicamente las comunicaciones oficiales para evitar bulos y alarmas infundadas.

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