La Luna llena más cercana del año puede ser también una de las más fotogénicas. Aunque fotografiarla con detalle suele requerir equipos especializados, es posible conseguir imágenes nítidas y contrastadas con un teléfono móvil, aplicando una serie de ajustes sencillos. La clave está en evitar el exceso de luz y estabilizar el dispositivo durante la captura.
La Luna es muy brillante, y eso complica la imagen
Una de las razones por las que muchas fotos de la Luna salen blancas o desenfocadas es que el sensor del móvil tiende a sobreexponer la imagen. La Luna es mucho más luminosa que el cielo nocturno, y eso provoca que aparezca sin detalle si no se controla el brillo.
Para corregirlo, el primer paso es tocar sobre la Luna en la pantalla del móvil, lo que obliga al enfoque a centrarse en esa zona. A continuación, se puede reducir el brillo manualmente, desplazando el control de exposición hacia abajo. Esto oscurecerá el fondo, pero ayudará a que se vean los cráteres y relieves lunares.
Trucos para iPhone: grabar vídeo y capturar la imagen
Uno de los métodos más prácticos para usuarios de iPhone consiste en:
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Abrir la app de Cámara y seleccionar el modo vídeo.
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Activar la grabación en 4K a 60 fps si está disponible.
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Ampliar el zoom al máximo permitido por el dispositivo.
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Tocar sobre la Luna y deslizar el control de exposición hacia abajo.
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Iniciar la grabación y pulsar el botón blanco para capturar una foto desde el vídeo.
Este sistema permite que el iPhone aplique su algoritmo de mejora de imagen a una escena de alta luminosidad, ofreciendo un resultado más definido que con una foto convencional. Aunque la resolución de la imagen puede ser inferior (en torno a 8 MP), los detalles de la superficie lunar resultan más claros.

Estabilizar el móvil: fundamental para una imagen nítida
La estabilidad es uno de los factores más importantes. Incluso una leve vibración puede arruinar la nitidez de la imagen, sobre todo con niveles de zoom altos.
Se recomienda:
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Usar un trípode, si se dispone de uno.
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O bien apoyar el móvil sobre una superficie firme (una mochila, un muro, etc.).
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Activar el temporizador de disparo (de 3 o 10 segundos) para evitar mover el móvil al pulsar.
En condiciones ideales, es preferible hacer la foto cuando la Luna aún está baja en el horizonte, para lograr un contraste mejor con el entorno.
Ajustes manuales si tu móvil los permite
En móviles Android con modo profesional o apps avanzadas (como Adobe Lightroom o ProCam), puedes ajustar manualmente:
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ISO: lo más bajo posible (ISO 100 o 200).
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Velocidad de obturación: entre 1/250 y 1/500 para evitar que se queme.
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Enfoque: al infinito (∞), si está disponible.
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Balance de blancos: modo "luz de día" o ajustado manualmente.
La combinación de baja sensibilidad, alta velocidad y enfoque lejano es la base para capturar una imagen clara de la superficie lunar.
¿Y si tienes telescopio o prismáticos?
Apuntar un móvil directamente al ocular de un telescopio o unos prismáticos puede funcionar si se consigue alinear correctamente la lente. Existen adaptadores específicos para mantener el móvil en su sitio, aunque también se puede probar manualmente.
Lo ideal es:
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Usar la luna llena o casi llena, para aprovechar la luz.
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Disparar con temporizador.
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Ajustar el enfoque desde el propio telescopio.
Incluso con un equipo básico, es posible conseguir una imagen ampliada si la alineación es correcta.
No hace falta la imagen perfecta
Aunque la Luna ofrece detalles espectaculares con equipos profesionales, también se pueden lograr fotos llamativas con recursos limitados, si se entienden bien los principios básicos de exposición y estabilidad.
Como recuerda la propia NASA en sus guías de fotografía lunar, la práctica y la paciencia son clave: probar distintas configuraciones, tomar muchas imágenes y aprender de cada intento.

Hace 2 días
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