Al acabar su recorrido como deportista, son muchos los que se ven en las mismas en España. Cuando rompen la burbuja y se asoman a una entrevista laboral, el entrevistador les pregunta qué hicieron en su juventud, si estudiaron, si trabajaron en algo, si tienen experiencia profesional, más allá de la deportiva.
–Bueno, yo corría.
–Yo nadaba.
–Yo anotaba canastas.
Por lo general, ante esas respuestas, el entrevistador enarca una ceja, endurece el gesto y ya, todo se ha torcido.
Al deportista, de poco le sirve correr, nadar o encestar cuando ha alcanzado los 35 años, o los cuarenta: cuando sale ahí fuera, en busca de la plaza laboral –insistimos, más allá de la plaza deportiva que ha tenido hasta ahora–, se enfrenta a un Everest.
Este tema se ha planteado en infinidad de ocasiones y foros, a menudo en vano: por lo general esas conversaciones desembocan en un lamento, o en palabras huecas y promesas que, a los pocos días, se las lleva el viento.
Ahora, quizás, algunas mentes bien pensantes van realmente en serio. Ayer, en la sede del Comité Olímpico Español (COE) en Madrid, un grupo de expertos liderados por Alberto Palomar, profesor de Derecho Administrativo en la Universidad Carlos III, lanzaba el estudio sobre el Modelo del Deporte Español, un diagnóstico que incluye 62 ideas o propuestas, como se las quiera llamar, para reformular el sistema deportivo español y lograr que, por ejemplo, el régimen económico de los deportistas se adapte al marco de la Seguridad Social, o que dispongan de un tratamiento tributario específico que valore las circunstancias especiales del deporte, como la duración de su carrera y la protección de su salud, condicionadas por su disciplina.
“Tenemos que dejar atrás estructuras de otras épocas, incluso anteriores a la formulación democrática de nuestra sociedad, para buscar instrumentos dinámicos de planificación y orientación de la actividad física y del deporte”, dijo Alejandro Blanco, jefe del COE, acaso insinuando postulados tardofranquistas en el sistema deportivo español, dando a entender que, en algún aspecto, el sistema sigue anquilosado en los años grises, previos a Barcelona’92.
El estudio, por ejemplo, plantea que el régimen fiscal del deportista se adapte al marco de la Seguridad Social
Alberto Palomar, jefe del estudio cuyas 700 páginas largas aparecerán hoy en el BOE, subrayó que no se están proponiendo modificaciones legales, “sino un conjunto de medidas pensadas para vertebrar un modelo, reafirmar el modelo federativo, conseguir más participación de todos los sectores públicos y privados y hacer del deporte un objetivo común”.
En su turno, Pedro Sánchez habló de cifras y sentimientos. En los últimos siete años, su gobierno, recordó el presidente del Ejecutivo, ha invertido mil millones de euros más que los destinados por el gobierno anterior, y por eso mismo “España vive uno de los mejores momentos en el deporte”: el 40% de las noticias sobre España en el exterior aluden al deporte y la cultura, y la cifra de puestos de trabajo que genera el deporte ha crecido en 190.000 personas en estos siete años. “Aunque quiero asumir el compromiso de materializar algunos de los mandatos de este informe: modernizar el sector del deporte y adaptar una gobernanza pensando en hoy y también en mañana”.

Hace 11 horas
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