Crece la presión interna ante la irritación que se extiende en el PSOE por la gestión de Ferraz del escándalo ante las denuncias por presunto acoso sexual contra Francisco Salazar. Algunos dirigentes hablan directamente de “negligencia”. Y reclaman una contundencia en la reacción y en la investigación de estas denuncias que critican que brilló por su ausencia durante cinco largos meses.
La reunión telemática de urgencia que en la noche del miércoles convocó la secretaria de igualdad de Ferraz, Pilar Bernabé, con las responsables de esta cartera en las federaciones socialistas, no logró calmar los ánimos, muy enconados y sobre todo en los sectores más feministas de una organización que se reconoce, incluso estatutariamente, como tal.
Todo quedó en la promesa de otra reunión la próxima semana, esta vez presencial, con los servicios jurídicos del PSOE, para evaluar la situación. La complejidad, alegaron en Ferraz, es que Salazar se dio de baja como afiliado la semana pasada, lo que reduciría el margen de actuación. Pero ante el escándalo suscitado, la portavoz de Ferraz, Montse Mínguez, aseguró el pasado lunes que la pérdida de la condición de militante de Salazar no impediría que el proceso siguiera su curso. O arrancara, porque desde que el pasado julio se desvelaron estas denuncias de carácter anónimo, no se movió un dedo.
Pero ya el mismo miércoles la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que tachó de “asqueroso” el presunto comportamiento de Salazar con varias de sus colaboradoras en la Moncloa, desvelado por ElDiario.es , y lamentó el “daño terrible a la credibilidad” del partido, apuntó a la vía de la Fiscalía. Una alternativa que también se planteó en la reunión telemática con las responsables de igualdad.
Y ayer, según seguía escalando el escándalo, la exvicesecretaria general del PSOE Adriana Lastra –ahora delegada del Gobierno en Asturias–, instó a poner en conocimiento de la Fiscalía, “de manera inmediata”, las denuncias contra Salazar.
“Hay que ir a Fiscalía, es lo que tiene que hacer nuestro partido”, demandó Lastra, al entender que se trata de un caso de “violencia contra las mujeres”, que trasciende el ámbito privado y es “un delito público”.
Lastra pone voz a la irritación en el PSOE y exige poner el caso en manos de la Fiscalía “de manera inmediata”
La clave para comprender el origen de esta crisis, en la que también se cruzan pulsos orgánicos en el PSOE, lleva a retroceder cinco meses en el calendario. El cierre en falso con el que algunos lamentaron que Pedro Sánchez quiso zanjar el boquete abierto por el ingreso en prisión el pasado 30 de junio del entonces secretario de organización de Ferraz, Santos Cerdán, regresa ahora como un bumerán que impacta, con nefastas consecuencias, en el PSOE.
Tras la caída de Cerdán, después de la de su predecesor en el cargo en Ferraz, José Luis Ábalos –ambos imputados por una presunta trama de corrupción junto a Koldo García–, llegaba el momento de Salazar, otro de los apoyos de primera hora para la resurrección política de Sánchez en el 2017.
Alto cargo en la Moncloa y en la ejecutiva del PSOE, Salazar fue elegido, según advirtieron muchos, como nuevo secretario de organización “en la sombra”, pese a que fuera designado como uno de los adjuntos en el puesto que ocupó oficialmente una dirigente de su total confianza, Rebeca Torró.
Montero admite ahora que los tiempos son “excesivamente largos” en las causas por acoso y pide “acelerar”
Cinco días después del ingreso de Cerdán en la cárcel, Sánchez reunió el 5 de julio al comité federal del PSOE para ratificar los relevos al frente de la secretaría de organización. Pero justo antes de empezar dicho cónclave, se desvelaron las acusaciones contra Salazar, que de inmediato renunció a sus cargos en la Moncloa y Ferraz, pese a considerarse inocente.
Y Lastra –que en julio del 2022 dimitió como vicesecretaria general del PSOE ante la operación de “acoso y derribo” que denunció–, fue la primera que reclamó en aquella cita del comité federal de hace cinco meses la marcha de Salazar.
Su sucesora en el cargo, María Jesús Montero, admitió ayer los tiempos “excesivamente largos” en el PSOE ante las denuncias de acoso sexual, y abogó por “acelerar” los procesos.

Hace 22 horas
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