La evolución del comercio exterior valenciano en los últimos 15 años ha venido marcada por una senda de crecimiento sostenido hasta el año 2022. La caída de las ventas en 2020 provocada por la pandemia del covid fue ampliamente compensada en los dos años siguientes, alcanzando cerca de los 40.000 millones de euros en 2022. Pero en los dos últimos años y durante la primera mitad de 2025, han experimentado un cambio de tendencia, registrando un “retroceso sostenido”. Es el paisaje que dibuja el último informe elaborado por Cámara Valencia con la colaboración de CaixaBank, presentado ayer en València por la directora territorial de CaixaBank en la Comunitat Valenciana y Región de Murcia, Olga García, y el director de Cámara Valencia, Jorge Linares.
Apunta el estudio que, entre 2022 y 2025, las exportaciones valencianas han retrocedido un 10% en términos nominales y un 14% en toneladas. Asimismo, el número de empresas exportadoras también ha disminuido progresivamente en dicho período, hasta un 10% acumulado en dicho período. Sin embargo, calificar como “muy positivo” el hecho de que el número de empresas exportadoras regulares haya mantenido su tendencia al alza durante la última década (con la excepción de la pandemia). Entre 2022 y 2024 son 200 empresas valencianas más las que realizan actividades de exportación de forma regular, hasta alcanzar las 8.360 empresas en total en 2024.
Entre 2022 y 2025 las exportaciones valencianas han retrocedido un 10% en términos nominales y un 14% en toneladas
En cuanto a las importaciones, han mostrado un comportamiento muy similar al de las exportaciones: senda de crecimiento hasta el año 2022, alcanzando cifras similares al de las exportaciones, debido en buena parte al aumento de los precios, y retroceso y estancamiento en los tres años siguientes.
El informe también recoge como durante los ocho primeros meses de 2025 el escenario internacional ha estado marcado por la política arancelaria de Donald Trump, lo que ha paralizado decisiones de exportación e inversión en unos casos, y en otros, las ha acelerado; pero también por el “estancamiento” del mercado europeo, la diversificación de exportaciones entre América Latina y África, la recuperación de los mercados asiáticos y la recuperación de las transacciones con Argelia.
Las conclusiones del informe subrayan la importancia de contar con herramientas de inteligencia económica y acompañamiento institucional que permitan a las empresas anticiparse a escenarios inestables. Sobre esto reflexionó en la presentación el director de Cámara Valencia, Jorge Linares, quien señaló que las empresas viven condicionadas “por tensiones geopolíticas, proteccionismo creciente y fragmentación del orden multilateral”.
Ya esta semana el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata, abordaba la inquietud que genera en el sector empresarial la inestabilidad política en el transcurso del desayuno informativo del que fue protagonista en València. Morata dijo que “Europa solo será competitiva si avanza hacia una unión aduanera sin fragmentaciones” y apostó por no ser “meros observadores de lo que sucede en Bruselas y menos aún en lo que se decide en el Gobierno de España”. Añadió que “como economía abierta, nuestro futuro está ligado al de la Unión Europea. Si Europa es fuerte, nuestras pymes mejoran”.

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