Barcelona
03/12/2025 20:52 Actualizado a 03/12/2025 21:03
El Madrid cogió aire en San Mamés y rompió su mala racha de tres empates consecutivos en la Liga. Gracias al brillo de Mbappé, que metió dos tantos, uno de ellos golazo, y a un mejor funcionamiento colectivo el equipo de Xabi Alonso venció y continúa a un punto del Barça. Se esperaba más oposición por parte del Athletic pero los blancos fueron muy superiores ya al principio y los de Valverde quedaron siempre a remolque. Nada reflejó mejor esto que el partido de Mbappé. El francés, que la campaña anterior había fallado un penalti en la derrota madridista en la Catedral, está volando y resultó de nuevo clave para su técnico, que gana tiempo antes de volver al Bernabéu.
Los jugadores del Madrid se presentaron puntuales a su cita en San Mamés. En teoría los del Athletic también. Y, sin embargo, la puesta en escena fue diametralmente opuesta. Los futbolistas de Xabi Alonso entraron en el partido con convicción, determinación y verticalidad. Los de Ernesto Valverde lo hicieron como si vinieran de tomarse unos zuritos en el caso antiguo de Bilbao. Pocas veces se ha visto de salida un Athletic tan manso en su propio estadio. Pese al mosaico y al rugir inicial de la grada los rojiblancos le pusieron una alfombra al Madrid, que la aprovechó con criterio y buscando al espacio a Vinícius y un Mbappé en estado de gracia.
El Athletic entró en el partido como si sus jugadores aún estuvieran tomando zuritos en el casco viejo de Bilbao
El francés se topó a la primera con una gran parada de Unai Simón, que también frenó otro intento de Vinícius. Pero a la tercera Mbappé inauguró el marcador con un tanto magnífico. Bajó de la nube un servicio de Alexander-Arnold, desbordó a Lekue, encaró la frontal del área, rebasó a Laporte y engatilló. Tan vertiginoso como imparable. Su gol número 15 en el campeonato.
El Athletic ni se había enterado de la película y así sería durante casi media hora. Los vizcaínos estaban grogui, sin garra, sin alma, sin intensidad. Hasta San Mamés, siempre generoso, se impacientó ante lo que veía. No daban dos pases seguidos y Nico Williams no entraba en juego pero aún así, de pronto, fueron capaces de generar dos acciones de peligro.
Vinícius provocó a la grada al mostrar un tres con los dedos con el 0-3
En ambas emergió la figura de Courtois. Evitó el gol de Guruzeta y después protagonizó su parada milagrosa de cada partido al extraer un brazo tenso ante un remate a quemarropa de Berenguer. Nico Williams le había dejado solo con un sutil taconazo. De lo poco que hizo el extremo hasta el descanso.
Pero si no vas sobrado de fútbol ni de gol y no aprovechas tus pocos momentos el resultante es que es imposible ganar. Porque el Madrid seguía encontrando a sus dos delanteros. Vinícius chutó al poste y después volvió a fallar frente a Unai Simón. Estaban perdonando los madridistas hasta que en una buena jugada colectiva llegó el 0-2. Alexander-Arnold puso el balón en la testa de Mbappé que prolongó al segundo palo para que Camavinga remachara también de cabeza. El centrocampista había sido la principal novedad del once de Xabi Alonso, que apostó por su músculo en detrimento de un Güler que había perdido ripio en los últimos encuentros.
El equipo blanco perdió por lesión a Alexander-Arnold y Camavinga
Muy mala pinta tenía el asunto para el Athletic, sobre todo el de esta temporada, mortecino, fatigado también por la Champions, y sin mucho más que poner en liza. Lo intentó a Valverde recurriendo a Unai Gómez y Areso pero cualquier atisbo de reacción la abortó Mbappé con su segundo gol, el número 16 en la Liga. Lo dejaron chutar solo desde la frontal y Unai Simón tampoco reaccionó a tiempo.
El partido ya no tenía historia y Vinícius aprovechó para encararse con la grada mostrando un tres con los dedos. No aprende el brasileño. Para entonces ya se había lesionado muscularmente Alexander-Arnold. Después también caería Camavinga, con un problema en el tobillo. Más contratiempos para el Madrid pero con Mbappé los males son mucho menos.

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