España renuncia a participar en Eurovisión tras la decisión del certamen de admitir a Israel

Hace 1 día 3

España y Países Bajos han conformado este jueves que no participarán en Eurovisión 2026. La 95° Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del festival de Eurovisión, celebrada en Ginebra (Suiza), ha decidido apoyar que Israel participe en la edición de 2026, al aprobar sus miembros las nuevas medidas propuestas la semana pasada.

Lo que se pretendía debatir este jueves era si los miembros consideraban suficiente el nuevo paquete de medidas anunciadas el 21 de noviembre, para atender las inquietudes que han manifestado varios países miembros de la UER, organización a la que pertenecen 113 emisoras de radio y televisión de 56 países. La votación se realiza por país miembro y no por emisora (por tanto, se formulan 56 votos) y se requería una mayoría simple para que sea aprobada.

Entre estas medidas se encuentra el que las emisoras y los artistas en competición no puedan participar activamente, facilitar ni contribuir a campañas promocionales de terceros que pudieran influir en el resultado de la votación popular. El número máximo de votos por método de pago (ya sea en línea, SMS o llamada telefónica) se reduciría de 20 a 10 participaciones, lo que haría más complicado que campañas organizadas puedan influir en el televoto. Además, se ha propuesto recuperar el voto del jurado profesional en las semifinales, que desde la edición de 2022 solo participaba en la final, por lo que los países clasificados para ella quedaban en manos estrictamente del público.

La sede principal de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) en Ginebra (Suiza) pocas horas antes de comenzar su 95 Asamblea General.Denis Balibouse (REUTERS)

La división de posturas de los distintos participantes en la organización muestra una fractura total en el seno de Eurovisión. Ante esta situación tan compleja, la UER ha fijado una fecha excepcionalmente tardía para que los miembros anuncien su decisión de formar parte del certamen el próximo año. Tendrán que informar antes del 15 de diciembre, mientras que la lista oficial de participantes se anunciará a finales de mes, según la organizadora del festival.

A falta de anuncios oficiales, entre los países que han anunciado antes de esta asamblea que se retirarían del certamen si Israel seguía en él se encuentran Irlanda, Eslovenia, además de España. Ya que Países Bajos ya ha confirmado de forma oficial su baja.

Otro grupo de países, como Suiza, Austria y Alemania, han asegurado justo lo contrario: se irían si Israel era expulsada. En este caso, la situación es aún más grave. No solo porque Alemania es, como España, miembro del Big Five, los cinco países que más dinero aportan al presupuesto de la UER y, por tanto, a la celebración del festival. Además, Austria es la anfitriona de la edición de 2026 del festival. El canciller del país, Christian Stocker, lleva meses defendiendo que Viena no debía organizar el evento si se expulsaba a Israel.

Mientras que participantes como Francia, Dinamarca y Serbia ya habían asegurado su plaza en Eurovisión 2026 con independencia de la presencia de Israel, otros se mantienen en duda y anunciarán su decisión una vez que esta asamblea finalice. En este grupo de indecisos se encuentran Portugal, Islandia y Noruega.

Compensar las ausencias

El baile de participantes es total. Ante la previsible baja de varios miembros para este 2026, la UER ha tanteado en los últimos meses a otros países para que se incorporen a la competición que tendrá lugar en mayo. Bulgaría, Moldavia y Rumanía, que ya han participado en el pasado en Eurovisión, se han mostrado dispuestos a regresar.

La organización ha pensado incluso en nuevas incorporaciones, como la de Kazajistán, que ya ha participado en la versión infantil del concurso, Eurovisión Junior. Mucho más disparatada parece la llegada de Canadá. La opción de invitar a formar parte del evento al país norteamericano se ha considerado y no resulta del todo imposible, teniendo en cuenta que desde hace años compite en él Australia, aunque sin opción a ser anfitriona.

Las consecuencias de que varios países abandonen el festival por la polémica que ha generado que Israel siga en él son tanto económicas como mediáticas. Cada país aporta una cantidad económica por participar en Eurovisión y por obtener sus derechos de emisión. En el caso de Alemania y España, junto a Francia, Italia y Reino Unido, el Big Five, la cifra ronda los 350.000 euros. El resto de países pagan una cuenta inferior, pero la marcha de varios de ellos supondría la pérdida de millones de euros destinados a organizar el festival.

Reunión Eurovisión EspañaLa española Melody en el escenario durante el ensayo general de la gran final del 69º Festival de Eurovisión, que se celebró en Basilea (Suiza) el viernes 16 de mayo de 2025.Martin Meissner (AP)

Por otro lado, las elevadas cifras de audiencia que obtiene Eurovisión es uno de los factores que más atraen a los patrocinadores, el principal de ellos es una empresa israelí de cosméticos, Moroccanoil. En 2025, la final celebrada en Basilea (Suiza), alcanzó los 166 millones de espectadores en 37 países diferentes, disparando además su alcance en redes sociales, según datos de la propia UER. Los países que se retiren no emitirán la edición de 2026, lo que supondría un descenso en ese amplio alcance del que presume la organización.

Mientras todo este caos se ha originado en el seno de Eurovisión en los últimos meses, la KAN, cadena pública israelí, ha seguido avanzando con normalidad en su proceso de selección de su candidato para 2026.

Leer el artículo completo