Barcelona
04/12/2025 14:21 Actualizado a 04/12/2025 14:38
En marzo del 2018, el exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia fueron hallados inconscientes en una calle de la localidad inglesa de Salisbury. Habían sido envenenados con un agente tóxico llamado Novichok. Ambos sobrevivieron, pero otra persona no tuvo tanta suerte: Dawn Sturgess, una mujer británica de 44 años, murió cuatro meses después de aquel incidente tras entrar en contacto con el veneno por casualidad. Sturgess se roció con un frasco de perfume que había encontrado su pareja y que contenía dosis considerables de Novichok. Era el frasco que se había empleado para introducir el veneno en el país.
Hoy, una investigación pública en el Reino Unido ha concluido que Vladímir Putin ordenó el ataque contra Skripal, y que por tanto es “moralmente responsable” de la muerte de Sturguess, al igual que los autores materiales de la operación, dos agentes del GRU, los servicios secretos del Kremlin.
“La evidencia de que se trató de un ataque del Estado ruso es contundente”, afirma en su informe el hombre al frente de la investigación, el exjuez del Tribunal Supremo británico Anthony Hughes, quien califica las acciones de los implicados de “sorprendentemente imprudentes”. El riesgo de que personas inocentes murieran o resultaran heridas en el ataque era previsible, indica el informe, y se amplificó después de que los agentes rusos dejaran en Salisbury el frasco de Novichok camuflado en perfume. Asimismo, Hughes señala que el ataque contra Skripal no solo fue concebido como una mera “venganza”, sino que buscaba ser una “demostración pública de poder ruso”
La investigación también detecta “fallos” en la protección de Skripal, que llegó al Reino Unido en el 2010 tras un intercambio de espías. Según Hughes, no era “irrazonable” pensar que el exagente secreto corría el riesgo de ser atacado por Rusia, si bien era difícil evitar su envenenamiento. Seguramente se podría haber impedido proporcionándole una identidad nueva, pero esa era una opción que nadie contemplaba en el 2018, ni siquiera el propio Skripal.
Precedente
En el 2016, Reino Unido ya culpó a Putin de ordenar el asesinato del exespía Litvinenko, envenenado con polonio
En su informe, Hughes también detalla cómo se produjo la muerte de Sturgess: la víctima enfermó el mismo día en el que su pareja le dio el frasco que contenía Novichock. Su corazón dejó de latir durante algún tiempo y sufrió una lesión cerebral irreparable. “Su muerte fue absurda y arbitraria. Fue una víctima completamente inocente de los actos crueles y cínicos de otros”, afirma el exmagistrado.
Después de que se haya hecho público el informe, el Gobierno británico ha anunciado sanciones contra Moscú, y ha citado al embajador ruso para exigir explicaciones. “La muerte innecesaria de Dawn fue una tragedia y será para siempre un recordatorio de la agresión imprudente de Rusia”, ha dicho el primer ministro Keir Starmer.
Esta es la segunda investigación importante que culpa a Putin de ataques en suelo británico. En el 2016, se concluyó que el presidente ruso probablemente estuvo detrás del asesinato en Londres del exespía Alexander Litvinenko, envenenado con polonio-210 radiactivo.

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