Las carencias que frenan el avance empresarial

Hace 2 días 2

A pesar de que las nuevas tecnologías son un revulsivo para el tejido empresarial, a los directivos todavía les cuesta hacer uso de ellas para innovar y definir estrategias. Así lo indica un reciente estudio que analiza la evolución de la competencia digital de los ejecutivos españoles a lo largo de la última década y que detecta carencias en el manejo de herramientas y conocimientos básicos para la innovación y la estrategia empresarial.

Del informe Nivel de habilidades digitales directivas en España 2025 , de EADA Business School, elaborado con la participación de casi medio millar de directivos, se destaca que el nivel medio de madurez digital de este tipo de profesionales es de 6,9 puntos sobre 10, lo que supone un aumento de cuatro décimas respecto a la última edición del 2021. Entre las competencias más integradas destacan las de liderazgo y comunicación, junto con la productividad y seguridad, ámbitos en los que los directivos obtienen 7,8 puntos.

En contraste, demuestran tener menor dominio de las habilidades relacionadas con la creatividad y la innovación, categoría que mide las competencias relacionadas con el uso de tecnologías que ayudan a crear nuevos servicios y productos. En concreto, en este ámbito obtuvieron de media 5,9 puntos, aprobando por primera vez desde que comenzó a realizarse el informe en el 2015. “Esto indica que ya estamos incorporando la tecnología con estrategia”, interpreta el director del estudio y del programa de marketing, operaciones y cadena de suministro de EADA, Ramon Costa.

Los directivos integran totalmente 16 de las 40 habilidades digitales estudiadas

Sin embargo, se ha producido un leve retroceso en las competencias de liderazgo, aprendizaje y bienestar. El descenso, dilucida Costa, se atribuye al hecho de que el anterior informe se elaboró en la pandemia, momento en el que se disparó este grupo de habilidades, “debido a que la covid obligó a las empresas a teletrabajar y a que todo se soportara en tecnologías digitales”, a la vez que aumentó la conciencia sobre la importancia de la desconexión digital (bienestar).

De las 40 habilidades analizadas en el estudio, hay solo 16 que están integradas en el día a día de los directivos y media docena que no se aplican. Entre estas últimas, figuran los indicadores de reputación digital, modelos de economía colaborativa, la blockchain y la informática en nube. En cambio, se han ido incorporando de manera ocasional tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica y la internet de las cosas (IoT). En este sentido, “las grandes empresas tienen proyectos par automatizar procesos, incluso con asistentes de IA generativa propios”, explica Costa, que considera que este tipo de tecnología “tendrá en las empresas un impacto equiparable al que en su día tuvo internet ”. “Lo cambiará todo: la manera de trabajar, crear y colaborar. Y esto lo veremos como máximo en tres o cuatro años”, asevera.

El informe también detecta una mejora en las tecnologías que los ejecutivos tienen “totalmente integradas”. Entre ellas se incluyen la búsqueda adecuada de contenidos en internet y su contraste, el uso de canales y redes sociales para compartir información profesional, las herramientas para comunicarse y coordinarse con su equipo y entorno laboral (proveedores y clientes), el trabajo sincronizado desde cualquier lugar y dispositivo, así como la garantía de cumplir las políticas de protección de datos y seguridad de la organización.

La aplicación de la IA y la robótica ganan terreno, pero siguen siendo incipientes

Además, avanzan las habilidades de exploración, como las relacionadas con la marca personal, el mantenimiento activo de la red de contactos profesionales de valor en entornos virtuales, la recopilación de datos de la empresa para estructurarlos y tomar decisiones fundamentadas, y tener criterios claros para evitar problemas de ciberseguridad. Otro factor que tener en cuenta es que la adopción de las habilidades digitales es menor en las pymes, como consecuencia de la escasez de recursos especializados y las limitaciones de tiempo.

En todo caso, el informe constata el gran salto tecnológico que se ha producido en la última década en el sí de las corporaciones, que perciben las habilidades digitales como un aspecto estratégico e indispensable para su competitividad.

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